Solo parte de estos fundamentos fueron incluidos en el Proyecto de Ley "La Danza de Tango en la Escuela" llevado a la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Diputada María José Lubertino.
Publicamos aqui la totalidad de nuestro escrito que se refiere a la necesidad de la enseñanza del Tango integralmente.
El Tango integra el patrimonio cultural argentino, que nos identifica en el mundo y que impregna nuestra manera de ser, en tanto producido y productor de realidad social. Actor y testigo de la ola inmigratoria de 1880, el tango -discriminado en su tierra, tanto por sus orígenes marginales como por ser danza de pareja abrazada- acompañó todos los fenómenos sociales de los que fue partícipe desde su nacimiento a nuestros días. Ciento treinta años registrando hechos y habilitando palabras de origen popular e instalando otras voces nuevas, compenetradas con las realidades de cada época.
Sin embargo cuando se brinda tango en la escuela, solo desde la música o desde la danza, puede pasar inadvertida la oportunidad de ejercitar más y mejor el pensamiento crítico, trabajado a través de las Ciencias Sociales, Lengua, Plástica, Teatro, etc.con proyección hacia lo constructivo, creativo e innovador..
Siempre nuestro Tango tuvo un movimiento centrípeto, todo lo fue atrayendo hacia sí y todo lo que dio porte a su identidad lo fue incorporando y enriqueciendo con otras experiencias. En los orígenes tenía el tango sólo un puñado de adquisiciones coreográficas, cortes y quebradas inspiradas en los negros, creadas por los compadritos, que éstos agregaban a sus bailes habituales como la polca, la mazurca y la habanera. En los comienzos los músicos adaptaron a la coreografía del compadrito al repertorio conocido y luego improvisaron composiciones nuevas que llamaron tangos criollos.
Luego el Tango incorporaría las letras, en principio, con estructura cupletista como en el Tango: “La morocha” (Villodo y Saborido). Este tango, nacido en l905, conquistó a la sociedad toda y muy especialmente a la familia porteña. Su letra resalta las virtudes como la nobleza, la fidelidad, la lealtad que a su vez se asocian al gaucho, al paisaje campero, a la patria amada. Cuenta el poeta Nicolás Olivari que para muchos niños, este tango representó su primera canción de cuna y también la primer palabra que en nuestra lengua pudieron escuchar de sus madres inmigrantes, siendo un tango embajador junto al “El choclo” y “El irresistible” entre otros. Pero “La morocha” nos muestra al Tango, también, como un sendero para la socialización en los principios del siglo XX.
En aquellos primeros años del siglo pasado, el tango andaba haciendo camino con guitarra, violín y flauta, siendo hasta el momento un género alegre y juguetón. Más tarde con Pascual Contursi las letras comienzan a expresar el abandono y la tristeza.
Las urgencias, nacidas de la realidad social, hicieron que el Tango busque un instrumento profundo y grave que represente la melancolía del inmigrante, del gaucho y de los provincianos que residían en esta ciudad. Hasta que, como dijera Sebastián Tallón “... irrumpieron un día gimiendo de puro humanos... los bandoneones”. Este período nos presenta un género sentimental y melancólico, como tiempo más tarde el Tango expresará el estrés de la vida moderna.
Y en este siglo XXI, el Tango en plena evolución, dejó de ser machista y adulto y tanto puede ser electrónico, como brindarse a los más chicos de la población, reconociéndoles otro lugar, escuchando sus reclamos y denunciando sus urgencias.
Sobre esto último, entiende el historiador y académico Roberto Selles, que los “tangos para chicos inauguran un estilo inédito en el género” y son “un trabajo para los adultos del mañana”. A partir del año 2008, sancionada la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires, queda allí expresamente la recomendación de los Tangos para chicos para ofrecer el tango en las escuelas.
Toda esta diversidad es parte del Tango hoy y está dispuesto al docente como una herramienta cultural porque el Tango-Patrimonio contiene diversas manifestaciones y testimonios insustituibles que representan el desarrollo de nuestra ciudad. Por ello ofrecer el Tango integralmente en una materia extracurricular será una nueva oportunidad para reconocer valores explícitos e implícitos, tanto de nuestro pasado como de nuestra cotidianidad, preservando así la memoria e involucrando al alumnado en el sentir y en el pensar de nuestros valores y costumbres colectivas. En este sentido el Tango en el aula, será como una brújula con sonido propio, un artefacto cultural que señale el orden, el tiempo y el espacio oponiéndose siempre y con fuerza de bandoneón a todo derrotero del desorden que también es olvido y pérdida del sentido de pertenencia.
Como producto cultural, el Tango es un actor viviente que cambia, evoluciona y testimonia. Por ello debe ser ofrecido también como oportunidad a la creación, para generar respuestas a los problemas presentados, a la criticidad para comprender las propias condiciones de vida y como desafío de la acción personal y al compromiso para desarrollar una voluntad transformadora.
Esta expresión artística genuina, motor convocante de estímulos para nuestro pensamiento, debe ser ofrecido de manera integral y en sus más variadas formas de aprovechamiento.
Hay una deuda, un pendiente emocional para con varias generaciones de hombres y mujeres por un Tango alejado del universo de la infancia y de los jóvenes que estuvieron fuera del registro de una música que, por nacimiento y permanencia debía representarlos. El Tango no estuvo en la oferta identitaria de la niñez, pero creemos que brindarlo integralmente puede ser un comienzo, una nueva oportunidad que nos brindamos los ciudadanos en este siglo XXI, de integrar e incluir a los chicos –decimos- a todos los chicos y no tan chicos que habitan esta Ciudad. El Tango en Jardines y Escuelas será un acto de estricta justicia cultural.
Antecedentes
----Constitución Nacional art. 75, inc. 22
----Ley 26.206 de Educación Nacional
----Ley Nacional 24684 (Tango Patrimonio Cultural de la Nación)
----Ley 130 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
--- Pre Diseño Curricular para la Educación General Básica (1999)
Publicamos aqui la totalidad de nuestro escrito que se refiere a la necesidad de la enseñanza del Tango integralmente.
Graciela Pesce Daniel Yarmolinski
FUNDAMENTOSEl Tango integra el patrimonio cultural argentino, que nos identifica en el mundo y que impregna nuestra manera de ser, en tanto producido y productor de realidad social. Actor y testigo de la ola inmigratoria de 1880, el tango -discriminado en su tierra, tanto por sus orígenes marginales como por ser danza de pareja abrazada- acompañó todos los fenómenos sociales de los que fue partícipe desde su nacimiento a nuestros días. Ciento treinta años registrando hechos y habilitando palabras de origen popular e instalando otras voces nuevas, compenetradas con las realidades de cada época.
Sin embargo cuando se brinda tango en la escuela, solo desde la música o desde la danza, puede pasar inadvertida la oportunidad de ejercitar más y mejor el pensamiento crítico, trabajado a través de las Ciencias Sociales, Lengua, Plástica, Teatro, etc.con proyección hacia lo constructivo, creativo e innovador..
Siempre nuestro Tango tuvo un movimiento centrípeto, todo lo fue atrayendo hacia sí y todo lo que dio porte a su identidad lo fue incorporando y enriqueciendo con otras experiencias. En los orígenes tenía el tango sólo un puñado de adquisiciones coreográficas, cortes y quebradas inspiradas en los negros, creadas por los compadritos, que éstos agregaban a sus bailes habituales como la polca, la mazurca y la habanera. En los comienzos los músicos adaptaron a la coreografía del compadrito al repertorio conocido y luego improvisaron composiciones nuevas que llamaron tangos criollos.
Luego el Tango incorporaría las letras, en principio, con estructura cupletista como en el Tango: “La morocha” (Villodo y Saborido). Este tango, nacido en l905, conquistó a la sociedad toda y muy especialmente a la familia porteña. Su letra resalta las virtudes como la nobleza, la fidelidad, la lealtad que a su vez se asocian al gaucho, al paisaje campero, a la patria amada. Cuenta el poeta Nicolás Olivari que para muchos niños, este tango representó su primera canción de cuna y también la primer palabra que en nuestra lengua pudieron escuchar de sus madres inmigrantes, siendo un tango embajador junto al “El choclo” y “El irresistible” entre otros. Pero “La morocha” nos muestra al Tango, también, como un sendero para la socialización en los principios del siglo XX.
En aquellos primeros años del siglo pasado, el tango andaba haciendo camino con guitarra, violín y flauta, siendo hasta el momento un género alegre y juguetón. Más tarde con Pascual Contursi las letras comienzan a expresar el abandono y la tristeza.
Las urgencias, nacidas de la realidad social, hicieron que el Tango busque un instrumento profundo y grave que represente la melancolía del inmigrante, del gaucho y de los provincianos que residían en esta ciudad. Hasta que, como dijera Sebastián Tallón “... irrumpieron un día gimiendo de puro humanos... los bandoneones”. Este período nos presenta un género sentimental y melancólico, como tiempo más tarde el Tango expresará el estrés de la vida moderna.
Y en este siglo XXI, el Tango en plena evolución, dejó de ser machista y adulto y tanto puede ser electrónico, como brindarse a los más chicos de la población, reconociéndoles otro lugar, escuchando sus reclamos y denunciando sus urgencias.
Sobre esto último, entiende el historiador y académico Roberto Selles, que los “tangos para chicos inauguran un estilo inédito en el género” y son “un trabajo para los adultos del mañana”. A partir del año 2008, sancionada la Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires, queda allí expresamente la recomendación de los Tangos para chicos para ofrecer el tango en las escuelas.
Toda esta diversidad es parte del Tango hoy y está dispuesto al docente como una herramienta cultural porque el Tango-Patrimonio contiene diversas manifestaciones y testimonios insustituibles que representan el desarrollo de nuestra ciudad. Por ello ofrecer el Tango integralmente en una materia extracurricular será una nueva oportunidad para reconocer valores explícitos e implícitos, tanto de nuestro pasado como de nuestra cotidianidad, preservando así la memoria e involucrando al alumnado en el sentir y en el pensar de nuestros valores y costumbres colectivas. En este sentido el Tango en el aula, será como una brújula con sonido propio, un artefacto cultural que señale el orden, el tiempo y el espacio oponiéndose siempre y con fuerza de bandoneón a todo derrotero del desorden que también es olvido y pérdida del sentido de pertenencia.
Como producto cultural, el Tango es un actor viviente que cambia, evoluciona y testimonia. Por ello debe ser ofrecido también como oportunidad a la creación, para generar respuestas a los problemas presentados, a la criticidad para comprender las propias condiciones de vida y como desafío de la acción personal y al compromiso para desarrollar una voluntad transformadora.
Esta expresión artística genuina, motor convocante de estímulos para nuestro pensamiento, debe ser ofrecido de manera integral y en sus más variadas formas de aprovechamiento.
Hay una deuda, un pendiente emocional para con varias generaciones de hombres y mujeres por un Tango alejado del universo de la infancia y de los jóvenes que estuvieron fuera del registro de una música que, por nacimiento y permanencia debía representarlos. El Tango no estuvo en la oferta identitaria de la niñez, pero creemos que brindarlo integralmente puede ser un comienzo, una nueva oportunidad que nos brindamos los ciudadanos en este siglo XXI, de integrar e incluir a los chicos –decimos- a todos los chicos y no tan chicos que habitan esta Ciudad. El Tango en Jardines y Escuelas será un acto de estricta justicia cultural.
Antecedentes
----Constitución Nacional art. 75, inc. 22
----Ley 26.206 de Educación Nacional
----Ley Nacional 24684 (Tango Patrimonio Cultural de la Nación)
----Ley 130 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
--- Pre Diseño Curricular para la Educación General Básica (1999)